Correlimos común (Calidris alpina). El adulto reproductor en plumaje nupcial (estival) tiene el dorso castaño rojizo y una mancha negra en el vientre. Patas y pico negros. El pico está ligeramente curvado hacia abajo.
Correlimos común (Calidris alpina). El correlimos común es muy activo y sociable. Frecuenta los humedales del litoral y del interior. Este correlimos estaba en un humedal interior a 10 km de la costa de Asturias.
Aunque son unas aves muy activas, los correlimos comunes sestean encima de unas piedras a la orilla del humedal. Puede haber un ruido muy alto de una carretera cercana, de una fabrica, etc. Eso no les impide cerrar los ojos y dormir aunque se mantienen alerta ante cualquier ruido producido por un predador.
Los correlimos comunes (Calidris alpina) pasan casi todo el día en el lodo y mientras se alimentan, nunca cesan la vigilancia ante posibles predadores o intrusos. En este caso el correlimos vigila atentamente a un milano negro que hizo su aparición en la zona.
El milano negro (Milvus migrans) sobrevuela el grupo de correlimos comunes, esta vez, sin peligro para ellos. En la foto, parece haber capturado posiblemente los restos de una culebra o quizás las tripas de un mamífero. El milano negro es omnívoro y carroñero principalmente. Se alimenta de animales muertos que han sido atropellados por vehículos cerca de las carreteras, peces muertos cerca de las marismas y ocasionalmente no descarta la captura de aves (patos, zampullines, etc), micromamíferos, anfibios, reptiles e insectos.
Los correlimos tienen un comportamiento gregario.
Los correlimos comunes pasan gran parte del día en el lodo y aguas superficiales picoteando en el limo para buscar alimento. En la imagen, el correlimos limpia con su lengua el interior del pico.
Vista posterior del correlimos común (Calidris alpina).
La dieta del correlimos común está compuesta por moluscos bivalvos, caracoles, crustáceos, gusanos, insectos y arácnidos.
Resulta difícil capturar la imagen nítida de un correlimos debido al constante movimiento de la cabeza de estas aves. Mueven la cabeza enérgicamente para picotear en el limo, tal como lo hace un pícido para picotear la madera.
En ocasiones, tenía que esperar a que los correlimos comunes (Calidris alpina) estuvieran alertados por algún ave, ruido, etc. para que levantaran la cabeza y poder hacer algunas fotos a las aves en posición levantada.
Para la realización de las fotografías es necesario estar a la misma altura que el ave, eso implica que el fotógrafo también debe estar metido en el agua y en el lodo durante horas, con su equipo fotográfico necesario para capturar las imágenes. Una tarea nada fácil.
El andarríos chico comparte el mismo hábitat que los correlimos en los humedales sin haber rivalidad ni competencia por el alimento, ya que no escasea.
Aquí vemos a dos correlimos comunes (Calidris alpina) en primer plano (derecha) y un andarríos chico a su izquierda a escasos centímetros.
Los Correlimos se sienten mucho más seguros en grupo.
Su plumaje mimético les ayuda a pasar inadvertidos.
Cuando dormitan de día, lo hacen desde pequeñas elevaciones como piedras, que les sirven para vigilar desde ellas y para esconderse en caso de situación de peligro.
El plumaje del correlimos común cambia totalmente en el invierno que adopta una coloración gris oscura por el dorso con el vientre blanco.
Espero que os haya gustado este acercamiento a la vida del correlimos común con la toma de fotografías a ras del lodo. Un saludo a tod@s.